¿Por qué hacer un trasplante capilar?

Por razones genéticas, fisiológicas (como el estrés), de salud (quimioterapia, etc.) y ambientales, la mayoría de los hombres sufren importantes pérdidas de cabello a lo largo de su vida que, en muchos casos, acaban dando paso a la temida calvicie.

Si bien algunos tipos de alopecia pueden prevenirse, hay veces que este problema es inevitable… e irreversible. Y cuando esto ocurre, la única manera de recuperar el pelo pasa por someterse a microinjertos, también denominados trasplantes o implantes capilares.

Sin embargo, como cualquier intervención, esta opción acostumbra a generar dudas por lo que respecta a sus ventajas e inconvenientes y a los cuidados que hay que seguir tras la operación. Para dar respuesta a las preguntas más habituales acerca de la caída del cabello, en este artículo abordaremos las dudas más preocupan a quienes se están planteando someterse a esta cirugía.  

 

¿Qué son los implantes capilares y cómo se realizan?

El trasplante capilar es una técnica quirúrgica consistente en recuperar el cabello perdido mediante un autotrasplante de pelo, sin posibilidad de rechazo, sin hospitalización y empleando anestesia local.

Esta intervención consiste en extraer folículos pilosos de una parte del cuerpo del paciente —lo que se conoce como zona donante, y que generalmente está situada en la nuca— para implantarlos en la zona receptora, que es el lugar afectado por la calvicie, respetando el mismo ángulo o dirección que tenía el cabello antes de ser extraído para una apariencia más natural. Por lo general, la zona que recibe el cabello acostumbra a ser la coronilla, a pesar de que también es posible repoblar la barba, las cejas, las pestañas o el pecho.

Actualmente, se utilizan tres sistemas de extracción de cabello. Son los siguientes:

 

1) Extracción de unidades foliculares con tira o técnica (FUSS o FUT). En este sistema, la extracción se lleva a cabo con un bisturí, con el que se extrae una tira de piel de entre 18 y 20 cm de longitud de la zona donante. El proceso de cicatrización es lento, puede llegar a ser doloroso y suele dejar como resultado una cicatriz.

 2) Extracción de unidades foliculares a mano (FUE). Consiste en la extracción de folículos de manera individual, a través de un instrumento quirúrgico especial (un sacabocados microscópico). Este procedimiento es muy poco invasivo y, además, no deja cicatrices.

 3) Extracción de unidades foliculares asistida por robot (FUE robótico). Se trata de una variante del proceso anterior y se realiza con un brazo robotizado. La ventaja principal de esta técnica es que mejora la calidad de los injertos, ya que permite seleccionar los cabellos más robustos y viables con mayor precisión.

Implantes capilares hechos con un robot

Pese a que la duración de la operación dependerá de la cantidad de microinjertos que se desee llevar a cabo, el trasplante capilar acostumbra a tener una duración aproximada de entre tres y ocho horas.  

Durante los 10 días posteriores, casi todos los cabellos trasplantados se caerán, lo que se conoce como pérdida de choque. Sin embargo, después de un período de adaptación que suele oscilar entre los dos y los cinco meses, el pelo empezará a crecer con normalidad desde el folículo implantado, manteniendo las características de la zona de procedencia. A esta caída de pelo temporal también recibe el nombre de efluvio. Además, los folículos pilosos trasplantados son genéticamente resistentes a la calvicie, como ocurre con los de la parte posterior de la cabeza.

Entre los seis y los nueve meses que siguen a la intervención, el paciente notará como el cabello se vuelve más denso.

 

¿Cómo es el preoperatorio del trasplante capilar?

Durante la consulta inicial, el cirujano analizará el cuero cabelludo del paciente, mantendrá una charla con él acerca de sus preferencias y expectativas, le aconsejará cuál es el procedimiento más adecuado —por ejemplo, si los microinjertos se realizarán en una sola sesión o en más de una— y qué resultados puede obtener con la intervención.

En algunos casos, el médico puede recomendar vitaminas del grupo B y E antes de la intervención.

Los días anteriores de la cirugía, el paciente deberá evitar el uso de medicamentos que pudieran ocasionar complicaciones en el transcurso de la misma. Además, hay que tener en cuenta que tanto el alcohol como el tabaco pueden hacer que los cabellos injertados no lleguen a crecer adecuadamente.

 

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes del trasplante capilar?

Como ocurre con cualquier tipo de intervención, esta opción para recuperar el cabello perdido presenta ventajas e inconvenientes, tal y como se resuma a continuación.

Ventajas del trasplante capilar

  • En el caso de la técnica FUS, se pueden conseguir grandes cantidades de folículos —por lo general, entre 1.800 y 4.000 unidades— con una sola tira de piel.
  • Tanto la técnica FUE como la FUE robótica no dejan cicatriz. En el caso del procedimiento FUS, la cicatriz que queda es lineal, lo que permitiría otras intervenciones en el futuro, si fuese necesario. No obstante, esta operación resulta mucho más cara que la anterior.
  • Si se robotiza la microcirugía, se incrementan las posibilidades de éxito, ya que se escogen los cabellos más resistentes para que puedan salir adelante sin dificultad.
  • El pelo implantado es resistente a la caída, debido a que procede de zonas del cuerpo en la que el cabello tiene esta predisposición genética.
  • Se trata de cirugía ambulatoria, por lo que el paciente es dado de alta el mismo día.
  • Se utiliza anestesia local.
  • No hay posibilidad de rechazo, dado que el pelo implantado procede del mismo paciente.
  • La operación es adecuada para hombres y mujeres.

 

Desventajas del trasplante capilar

  • La intervención no es apta para los menores de 25 años, ya que las pérdidas de cabello hasta esa edad obedecen normalmente a cambios hormonales temporales.
  • Si se lleva a cabo la técnica FUS, queda una cicatriz en la zona donante.
  • En caso de grandes extracciones, la zona donante pierde densidad.
  • En el caso de las operaciones de tipo FUE, para donaciones de más de 1.000 folículos, hay que afeitarse la cabeza.
  • El paciente no podrá dormir boca arriba durante, como mínimo, los tres días posteriores a la intervención.
  • Durante un período máximo de dos meses, el paciente puede experimentar una pérdida de sensibilidad transitoria en la región posterior de la cabeza.
  • Las operaciones hechas con las técnicas FUE y FUE con robot, la tasa de supervivencia del cabello es menor, al contener menos tejido extraído que lo proteja.
  • Por lo general, esta intervención suele tener un coste elevado. Esto ha propiciado que algunas empresas realicen la cirugía en el extranjero. En este sentido, Turquía se ha especializado en este tipo de turismo sanitario, ya que las operaciones que se practican allí resultan mucho más económicas.

 

¿Qué cuidados hay que seguir tras trasplante capilar?

Durante el posoperatorio, el paciente deberá llevar un apósito en la zona intervenida, que deberá cambiar diariamente. También tendrá que evitar la exposición solar de la zona receptora, y no podrá utilizar champú hasta uno o dos días después de la cirugía, dependiendo del tipo de intervención. Su uso es importante para evitar la formación de costras alrededor del pelo trasplantado, lo que incrementaría el riesgo de perder los folículos pilosos durante los primeros siete o 10 días después de la intervención.

Aunque, tras el efluvio o pérdida de choque, el cabello crecerá normalmente, una pequeña parte de los cabellos implantados se acabará cayendo. Esto no obedecerá a que el injerto no haya tenido éxito, sino al envejecimiento del paciente.   

Por eso, para minimizar la pérdida del cabello implantado, es aconsejable utilizar productos contra la caída del cabello

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